La ejecución de Alex Murphy, una pésima presentación del tráiler
Resulta imposible elegir una sola película representativa de los maravillosos años ochenta, cuando el cine era cine, y, entre otras cosas, con esa capacidad mágica de sorprendernos. Ahora bien, si hiciésemos una lista con las más importantes, un título que no debería faltar es el de Robocop. Un título que dio lugar a varias secuelas con más o menos fortuna, y es ahora, en los albores del siglo XXI, cuando Hollywood ha decidido lanzar un remake, probablemente innecesario.
A la película dirigida por Paul Verhoeven e interpretada por Peter Weller en el año 1987, poco más se le puede añadir hoy en día, a excepción de unos efectos especiales mucho más sorprendentes. El problema es que el cine actual tiende a olvidarse de las historias y de los personajes, y dejar que toda la magia del cine a la hora de “sorprendente” recaiga en exclusiva en unos FX de primera, junto con una más que dudosa implementación del 3D, no suele ser garantía de éxito, y más si cabe en el caso de un remake como el que se nos plantea.
Verhoeven, también responsable de otros títulos míticos como Desafío Total (1990), Instinto Básico (1992), o Starship Troopers (1997), supo cómo ganarse al público ofreciendo una historia de Cyborgs desgarradora, con un policía a medio camino entre Marion Cobretti (Cobra, 1986), y Frank Furillo (Canción Triste de Hill Street, 1981), todo ello en versión robotizada. Aquello eran los años ochenta, y una distopía futurística en la que el mesías es un hombre normal, quien tras perder su humanidad, no solo termina recobrándola, sino que además logra devolver la esperanza a una sociedad oprimida, logró meterse al público en el bolsillo.
Ahora nos encontramos con este remake, que aún no sabemos si será más bien una reinvención como lo fue el de Desafío Total —dirigido por Len Wiseman, y que sin ser una mala película difícilmente permanecerá en el recuerdo como la original—, o será una copia plano a plano de la película de Verhoeven. Aunque tiene más pinta de esto último. Así mismo, observando el tráiler, resulta evidente que este nuevo Robocop será más bien caracterizado como un superhéroe, a los que últimamente nos tiene acostumbrados la Marvel, y no, Robocop no era un superhéroe. Y por si fuese poco, el producto final se parece demasiado a Batman; ahí queda eso.
José Padilha es el director de este remake. Un directo brasileño con escasa o nula experiencia en películas de semejante temática, y que únicamente cuenta en su haber con los éxitos cinematográficos “Tropa de Elite”, partes una y dos. Puede que su experiencia en el género policíaco y la corrupción de los mandos sea un garante para Robocop, sin embargo, la esencia de esta distopía futurística es mucho más que todo eso. Y, en añadidura, el propio director a declarado no mostrarse satisfecho con el producto final, ya que los productores no le dieron rienda suelta.
En el tráiler de presentación hay una escena que destaca sobre todas las demás: La ejecución de Alex Murphy. En la película de Verhoeven esta era la secuencia más impactante de todo el metraje, pues la sensación de angustia, horror, sufrimiento, desesperación, junto con la impotencia de su compañera, quedaban perfectamente plasmadas por el director. Sin embargo, observamos que en ese remake dicha secuencia se sustituye por… ¡un coche que explota! Venga ya, me quedo con los años ochenta.
Más información: Robocop 2014 Wikipedia