Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada. Edmund Burke
Estamos ante una película curiosa, perturbadora, cuya trama plantea una situación tan inverosímil, como sugerente: La Purga. La Noche de las Bestias (2013). A partir de una concepción clásica Tower Defense, cuyo máximo exponente cinematográfico lo encontramos en Howard Hawks y su película Rio Bravo, o en versiones más actuales como Asalto a la comisaría de la Calle 13, tenemos en esta ocasión una nueva vuelta de tuerca dentro del género, donde esta vez quienes tratan de sobrevivir atrincherados en su domicilio, fortificado para la ocasión, no es más que una idílica familia, demasiado confiada ante las circunstancias. ¿Y esta vez, cuáles son esas circunstancias? ¿Zombies, mutantes, alienígenas, cuatreros, comanches, o chorizos barriobajeros? No, nada de eso. Los asaltantes son un puñado de vecinos, y lo más curioso, con derechos legales para ello.
Ahí está lo curioso de la trama, la legalidad del acto. ¿A qué nos referimos? Resulta que un día al año, en un futuro distópico, el gobierno permite una noche entera de purga, un todo vale. Es decir, durante esa noche no existen leyes, y todo ciudadano podrá cometer el delito que se le antoje. Robar, matar, violar, o hacer ruido hasta las tantas (dado el caso esto no sería muy recomendable). Todo está permitido. Ante semejante panorama, la familia protagonista, al igual que cualquier otra familia de bien, esa noche permanecerá atrincherada en su domicilio, a la espera de que la tormenta escampe, y dispuestos a disfrutar en su pantalla panorámica 3d de no sé cuántas pulgadas, de todo tipo de atrocidades, en vivo y en directo. Vale, algo es algo, al menos ellos se quedarán en su casa, y no saldrán por ahí a cometer tropelías varias, pero como dijo Edmund Burke: Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada.
La Purga es una tradición anual, y la familia protagonista ya está más que acostumbrada. La noche promete ser tranquila, para ellos claro está. Pero esto no será así. Obviamente si las cosas no se torciesen, no tendríamos película. Resulta curioso como el padre, responsable de vender sistemas de seguridad, y con la última tecnología instalada en su domicilio, no sea mínimamente consciente de las debilidades de su propio sistema, en realidad una frágil burbuja de falsa seguridad. Un evento como La Purga, si me permiten el vulgarismo, es “para cagarse por la pata abajo”. El primer error es quedarte en la vivienda habitual, porque, por muy buenos que seamos, todos en esta vida tenemos enemigos, y puedo que alguno de ellos prefiera no perder una oportunidad tan valiosa como esta para deshacerse de uno. La primera medida, y la más efectiva, siempre es evitar la confrontación, así que, yo, me iría a pasar ese día al campo, a un lugar remoto que solo yo conociese. O mejor aún, a otro país. Será por dinero, al menos en lo que a esta familia se refiere.
Sin embargo, mis recomendaciones no se tienen en cuenta, y la familia se queda a pasar la noche en casa. Una casa que únicamente cuenta con defensas exteriores, limitándose éstas a puertas y ventanas, junto con cámaras y algún que otro dispositivo más. Poca cosa. Coño, yo tendría artillería pesada. Y además, todo plan de defensa resulta completamente absurdo si no tiene previsto un plan de contingencia en caso de que los asaltantes logren entrar. Vale que la vivienda es enorme, y casi que necesitas un gps para moverte por ella sin perderte, pero es que una vez dentro, las defensas son ridículas. Y por si fuera poco, están los niños, siempre por medio, enredando las cosas.
En fin, si bien el punto de partida es excelente, la resolución no tanto. Aunque lo intenta, la trama carece por completo de la más mínima capacidad por sorprender al espectador, llegando por momentos a resultar bastante insípida. Puede que Ethan Hawke no sea el mejor actor posible para llevar el peso de la trama, y puedo que su director, James DeMonaco (guionista de Asalto al distrito 13 y El Negociador), primerizo en esto del rodaje, tuviese una pequeña crisis de falta de confianza, y de ahí que La Purga (The Purge), no funcione todo lo bien que cabría esperar.
THE PURGE. LA NOCHE DE LAS BESTIAS (2013), tendrá segunda parte. Ya veremos que nos depara, y ojalá esta vez sí cumpla con nuestras perspectivas. Dicho esto, la pregunta es inevitable. ¿Sí existiese una noche de purga en la realidad, qué haríais?
a) Quedarme en casa, encerrado a cal y canto
b) Irme lejos de la civilización, a la montaña, o alta mar
c) Irme a otro país
d) Apuntarme a la fiesta. Purgar, o ser purgado
En cuanto a posibles ideas y/o sugerencias sobre lo que haríais, mejor no las comentéis por aquí, que esta es una web para todos los públicos, y os conozco…