
Parece ser que estamos a las puertas de una noticia bomba, aunque lo más probable es que, de ser cierta, no nos cuenten ni la cuarta parte de la mitad. Veamos uno de los titulares de prensa de hoy: Mars Curiosity rover team set to announce 'major discovery' on surface of Red Planet that 'will be one for the history books'. ¡Los pelos como escarpias, oigan!
No sabemos de qué puede tratarse semejante hallazgo para asegurar que cambiará los libros de historia para siempre. Las expectativas están por todo lo alto, pero mejor mantener los pies en la tierra, y nunca mejor dicho, no vaya ser que la decepción sea mayúscula.
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Star Wars, es decir La Guerra de las Galaxias, supuso un hito histórico en la ciencia ficción tipo Space Opera, marcando un antes y un después dentro de la industria cinematográfica. Todo un punto de inflexión a las puertas de la década de los ochenta, y que además tuvo su réplica más oscura a cargo de Ridley Scott con su Alien el Octavo pasajero.
Tanto La Guerra de Las Galaxias (1977), como Alien el Octavo Pasajero (1979), elevaron las películas de ciencia ficción a un nivel superior jamás visto hasta entonces. La primera desde un punto de vista familiar, y la segunda, desde otro más adulto y aterrador. A pesar de las diferencias, la una y la otra marcaron la senda a seguir a partir de entonces. Sin embargo, en esta entrada la noticia recae en Star Wars, una saga que se cerraría con dos títulos más: El Imperio Contraataca (1980), y El Retorno del Jedi (1983).

La década de los ochenta, para todos aquellos que la vivimos, supone un recuerdo maravilloso. Eran tiempos diferentes, y uno de sus elementos inconfundibles fueron las series de televisión. Títulos como Galáctica, El Coche Fantástico, La Mujer Biónica, El Equipo A, o El Gran Héroe Americano, forman parte de ese recuerdo, que poco a poco está siendo objeto de actualizaciones a modo de remakes. El último, uno de los agentes secretos más versátiles de la historia, tanto que incluso sería capaz de hacerle sombra con un simple chicle, al mismísimo James Bond. Hablamos, como no, de MacGyver.

La Tierra es un planeta maravilloso, pero seguramente no sea el único en el universo con las características necesarias para albergar vida. Jim Adams, director adjunto de la división de ciencias aeronáuticas de la NASA está convencido de ello, y no hay día que no vuelque todos sus esfuerzos en encontrar la evidencia definitiva que nos lo demuestre.

Como buen viajero que es, no todo iba ser recopilar fotos y datos para su blog, diario, cuaderno de bitácora, sino que también ha buscado un momento para hacerse una foto en medio del Planeta Rojo, y así darnos un poco de envidia. Es cierto que la pose no transmite mucho entusiasmo, pues se le ve al pobre un poco rígido, pero hemos de tener en cuenta que las condiciones atmosféricas no son precisamente las mismas que una playa de Hawai.

Ésta sí que es una novedad de órdago, e impresionante como pocas. La interpretación de nuestro amigo Arnold dando vida al mítico personaje de Robert E. Howard, Conan El Barbaro, fue excepcional, y esto es decir poco. Aquella cinta dirigida en el año 1982 por John Milius, fue una de las mejores películas de la historia dentro del género de espada y brujería, y aunque se intentó repetir fortuna con una secuela en 1984 Conan El Destructor, dirigida en este caso por Richard Fleischer, junto con un spin off centrado en otro personaje de este gradisoso escritor pulp, como es Red Sonja (1985), interpretada por Brigitte Nielsen, en ambos casos el resultado fue más o menos decepcionante. Sin embargo, en modo alguno comparable con el estrepitoso intento de Jason Momoa (Conan el Bárbaro, 2011), por revivir las aventuras del bárbaro, algo que no soprende a nadie, pues Arnold ya se había encargado de dejar el liston a una altura imbatible.
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La primera película de la saga The Avengers, estrenada hace poco, si algo dejó bien claro es que Tony Stark y su Iron Man son los protagonistas absolutos. Se trata de un superhéroe con mucho gancho, divertido, y puede que el más interesante de todos los que componen este peculiar grupo de salvadores, tanto de la humanidad, como de sus valores supuestamente más representativos. Pero, al margen de discusiones ético morales, y a la vista de las primeras imágenes que nos llegan de la esperada tercera parte de las aventuras de Iron Man, puede que esta vez poco tiempo y ganas tenga para bromear, o hacerle algún que otro guiño a la jamona de turno. Todo apunta que esta vez Tony Stark, deliciosamente interpretado por Robert Downey Jr, las va pasar canutas, pero canutas de verdad.
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