El fabricante Desert Wolf comercializa el primer drone antidisturbios, armado con altavoces, sprays, y rifles
No es Robocop, al menos todavía. Por ahora habrá que conformarse con este prototipo llamado Skunk que más bien parece sacado de alguna de las películas de ciencia ficción que solemos comentar por estos lares. Skunk es un ingenioso robot que vuela y que está equipado con toda clase de material antidisturbios. Las carreras, porra en mano, pronto serán antediluvianas como poco. Ahora la policía lo tendrá más fácil para «servir y proteger», para hacer cumplir «la ley y el orden», tal y como si se tratase de un videojuego. Los primeros prototipos de Skunk no imponen demasiado, y mucho me temo que por muy bien equipados que vayan, no durarían ni medio instante en plena refriega. De momento no incluyen ni campos de fuerza protectores, ni radares que eviten la colisión de algún pedrusco volador. Por que no creo que vuelen muy altos, sobre todo si pretenden rociarte con un spray.
El prototipo de Skunk tiene una apariencia similar a una lámpara de araña, y está equipado con altavoces y carabinas. Por ahora no está artillado con ametralladoras del calibre 50, ni lanzacohetes, ni pistolas de rayos láser, aunque será cuestión de tiempo, es de suponer. También me imagino que las revueltas callejeras del futuro no serán como las de hoy en día. Es muy probable que los manifestantes tampoco acudan en persona, y lo hagan desde sus casas enviando drones «malotes»; los de baja intensidad harán pintadas y quemarán contenedores, y los más violentos, a saber de lo que serán capaces. cosas de las manifestaciones del futuro.
De todas formas tampoco hay que tomarse a risa al robot Skunk si te llama a la atención: ¡Deténgase, señor manifestante! ¡Está incumpliendo la ley, obedezca o será castigado! Los cuatro rifles que monta el Skunk pueden disparar hasta 20 proyectiles por segundo, y no en total, sino cada uno de ellos. Y en conjunto el ingenio tiene capacidad para 4000 proyectiles, casi nada.
El robot Skunk está fabricado por la empresa sudafricana Desert Wolf, quien afirma que, tras su presentación en la feria de armamento de Londres la pasada semana, ya cuentan con un primer pedido para armar la defensa de una mina con 25 unidades. Recordemos que no hace mucho la policia sudafricana saltó a la cabecera de las noticias por reprimir una protesta de mineros con fuego real, causando 34 bajas mortales: Marikana, agosto de 2012. Un desastre que, según los fabricantes, ha impulsado la creación del presente desarrollo, con el objeto de que algo así vuelva a repetirse.
Puede que Skunk sea lo más parecido al germen de Skynet, o puede que no se le acerque ni por asomo, pero es obvio que las aplicaciones de los drones en el ámbito civil, y no el militar, sigue la norma lógica del progreso tecnológico. En este caso concreto son los cuerpos de seguridad privados quienes han dado el primer paso, y toda la responsabilidad de las acciones de Skunk dependen directamente de quien lo controle. Puede que dentro de algunos años estos drones incluyan alguna forma de inteligencia autónoma, que les permita tomar decisiones según las circunstancias. Ahí sí que es cuando debemos echarnos a temblar, y acordarnos de películas como Terminator. Yo por si acaso voy a comprarme uno de estos drones como guardaespaldas. Ir con uno de estos por la calle sobre tu cabeza, será lo más.
Más Info: Pepper-spray drone offered to South African mines for strike control