Drones y Cañones Láser. Las batallas navales cada vez más cerca de la ciencia ficción
Las batallas navales pronto serán totalmente distintas a como las conocemos y, quizás, se parezcan más a una película de Star Wars de lo que incluso pudiésemos llegar a imaginarnos. Es cierto que la ciencia ficción siempre va un paso —más bien unos cuantos— por delante de la realidad, pero tarde o temprano tiende a ser cazada por ésta. La Space Opera propia de la Literatura Pulp aún nos queda un tanto lejana, y si bien las naves espaciales escupiendo rayos de colores en medio de la oscura inmensidad del espacio infinito —puede que finito, no lo sé—, es algo que ni veremos nosotros, ni nuestros hijos, lo más parecido a todo esto es sin duda un buque destructor surcando los océanos y armado con una impresionante batería de cañones láser, puede que incluso reviviendo la majestuosidad de los acorazados de antaño con sus cañones de 16 pulgadas, solo que, ahora, en vez de ojivas de más de mil quilos, basta un rayo láser para causar el mayor de los estropicios. Todo esto, que suena de película, es noticia porque Estados Unidos acaba de concluir con éxito sus primeras pruebas, montando un cañón láser en el buque USS Ponce.
La armada americana es la que más presupuesto destina a investigación y desarrollo, no en vano su flota es la que domina los siete mares, como se decía en tiempo pasados, por lo que no es de extrañar que fuesen ellos quienes hayan dado el primer paso con respecto a este tipo de armas (de hecho, no hace mucho, hicieron lo propio con los drones: EEUU logra el primer drone totalmente autónomo). Curiosamente, las pruebas que se han realizado en el golfo pérsico, tuvieron como protagonista a un buque de la armada estadounidense bautizado en honor de un explorador español, de cuando, precisamente, España era la primera potencia marítima. El buque, sobre el cual se acaba de probar el primer láser de combate naval de la historia, se llama USS Ponce, y el explorador al que hace mención honorífica, Juan Ponce de León y Figueroa, quien, entre otras cosas, como ser gobernador de Puerto Rico, se dedicó en cuerpo y alma a la búsqueda de quimeras, como la Fuente de la Eterna Juventud, algo que, en cierto modo y a la vista del titular de la noticia, sí que lo consiguió. EL USS Ponce es un jovenzuelo con ganas de fiesta, y su láser, ha demostrado su efectividad. En las pruebas realizadas ha derribado un drone.
Como decíamos al principio, las batallas navales de un futuro próximo nada tendrán que ver con todo lo conocido hasta ahora. Por un lado la incorporación de drones, aviones autónomos no tripulados, y ahora los cañones láser. Un arma ésta cuyo poder de destrucción se basa únicamente en la proyección de luz, siendo la munición ilimitada y con un coste por disparo de apenas unos céntimos (esto es como darle al botón del joystick hasta que el muelle salta por los airees). El cañón láser montado en el buque USS Ponce es de los “pequeños”, con tan solo 30 kilovatios, cuyo rayo de luz / calor concentrado se basta para destruir objetivos de tamaño contenido, como embarcaciones o drones.
Los datos técnicos de este prototipo obviamente no son de carácter público, y están protegidos por secreto militar. No sabemos ni el alcance posible, ni el tiempo que se necesita para que el objetivo quede chamuscado una vez que el rayo incide en él. Lo que más llama a la atención, además de sus posibilidades, es que, en realidad, el proyecto de I+D es significativamente barato en comparación con lo que puede dar de sí. Un proyecto cuyo presupuesto gira entorno a los 50 millones de dólares, mucho menos de lo que cuesta un avión de combate. Por cierto, lamento desilusionaros, pero de momento olvidaros de los rayos de colores que salen en Star Wars, Star Trek, Galactica, u otras producciones cinematográficas. El rayo láser que ha probado Estados Unidos es un rayo de luz infrarroja imperceptible para el ojo humano.
Fuente: US Navy's LASER CANNON WARSHIP: USS Ponce sent to Gulf