Ya es posible imprimir figuras de metal o circuitos electrónicos
El tema avanza que se las pela. Meses atrás os hablamos de las impresoras 3d como una realidad doméstica, y además a un precio más o menos asequible: Impresoras 3D. Imprime tus sueños. A estas alturas ya hay mucha gente en sus hogares con un kit de impresión, sacando el artista que llevan dentro. Sin embargo, no nos engañemos, la tecnología está todavía muy lejos de ofrecernos los resultados a que a todos nos gustaría, o quizás deberíamos matizar, "que las autoridades nos permitiesen". Mucho me temo que las posibilidades ilimitadas de este tipo de impresoras no serán bien vistas por el gobierno de turno.
Al margen de las disquisiciones de tipo legal, lo que resulta obvio es que una de las claves principales radica en el material que utilicemos con la impresora. Hasta la fecha se utilizaban tan solo polímeros más o menos resistentes, y algunos incluso hablaban de otro tipo de materiales a emplear en un futuro, como el grafeno, pero en la noticia de hoy ya podemos hablar de un material sorprendente, y tangible, como es el metal.
Hablar de metal líquido es sin duda evocar la figura del T-1000, aquel robot de la película Terminator que podía adoptar cualquier forma. Bien, esto es pura ciencia ficción, aunque cada vez menos. Hasta ahora las impresoras 3d funcionan con polímeros haciéndolos pasar de estado líquido a sólido durante el proceso de impresión. Al utilizar este tipo de materiales estamos limitando las posibilidades de uso, ya que, entre otras cosas, no se pueden realizar circuitos impresos, al no poder conducir la electricidad. Ahora, ingenieros norteamericanos de la Universidad de Carolina del Norte, han presentado sus avances, al utilizar una aleación de galio e indio en estado líquido, que, al enfriarse por contacto con el aire, se vuelve sólida. El resultado son figuras de metal, circuitos electrónicos, o todo aquello que nos podamos imaginar al respecto.
La curiosidad de este proceso la encontramos en que lo único que se solidifica es la cubierta exterior, la que está en contacto con el aire, permaneciendo el interior como metal en estado líquido. Sin embargo, los investigadores aseguran que esto no afecta para nada ni a la estructura, ni a las propiedades de los objetos impresos. Otra de las características de esta aleación es que, a diferencia de metales líquidos como el mercurio, no existe riesgo alguno de toxicidad para quien lo maneja. Por el contrario, el precio es muy elevado; unas cien veces superior a los materiales plásticos que se vienen utilizando hasta ahora en la impresión 3d, los cuales rondan los 50 dólares por kilo.
Además, las impresoras 3d podrán combinar ambos materiales, metal líquido y polímeros, según las necesidades, pudiendo imprimirse modelos complejos. El rango de posibilidades a poco que se perfeccione la técnica es sobradamente amplio como para hacer volar la imaginación hasta límites insospechados. El mundo está a punto de cambiar, y pronto no lo reconocerá ni la madre que lo parió.
Fuente: newscientist.com