Se desplazaría por el interior de un tubo, a velocidades subsónicas y propulsado por energía solar
El Hyperloop, ingenio que parece sacado de una de las portadas pulp típicas de la época, como Amazing Stories, sí es un tren bala de verdad. Al menos sobre el papel podríamos afirmarlo. Hablamos de en tren cuya velocidad teórica sería de 1.220 kilómetros por hora, un poquito por debajo de la velocidad del sonido, que es de 1.234 kilómetros por hora; cifras parejas a la velocidad de salida de una bala normal y corriente; una bala de pistola. Y tren, lo que se dice tren, tampoco es que sea. Lo definen como un transporte terrestre compuesto por varias cápsulas, que se desplazaría por el interior de un tubo. Algo así ya me lo había imaginado yo cuando era niño, lástima que nunca tuviese ni los medios, ni las agallas para sacarlo adelante. Elon Musk, en cambio, no se ha cortado un pelo; el sí es un chico con recursos, yo no.
Muchos de vosotros diréis ¿pero quién es Elon Musk? Por Dios, cómo osáis hacer tal pregunta. Este genio es el fundador de PayPal, así como de la compañía espacial SpaceX, y eso no es todo. Puede que su invento “real”, y más revolucionario, sea sin duda el coche eléctrico. Vale, que no los ha inventado él, pero sí es quién más está tirando del carro. Y coño, como tira. El problema de los coches eléctricos, además de su autonomía, es que no corren mucho. Hasta ahora las grandes compañías petroleras se reían de estos cacharros que apenas podían amenazar su imperio “dieselpunk”, pero gracias al empuje de Elon Musk, puede que ya haya comenzado la cuenta atrás. Impresionante como anda el modelo S, una berlina además preciosa.
Elon Musk es el fundador de la compañía Tesla Motors; sí, en honor a una de las mentes más brillantes e incomprendidas que nos ha dado la humanidad, Nikola Tesla. Un genio más que incomprendido, incómodo, e incluso peligroso para determinados sectores energéticos que no veían con buenos ojos sus proyectos de energía gratis e infinita. Elon Musk parece que toma el testigo, y si primero fueron sus coches eléctricos de alta gama, y rápidos que se las pelan, ahora le llega el turno a esta revolucionaria forma de transporte, en forma de nave, y que circula por el interior de un tubo, con lo que, difícilmente podrá descarrilar.
Este transporte, cuya velocidad es ligeramente inferior a la del sonido, destaca además por su sistema de propulsión: energía solar. Elon Musk presentó en su blog de Tesla Motors todos los pormenores del proyecto, así como un cálculo de costes. Y ahí está el problema, el coste. Quizás 6.000 millones de dólares parezcan una barbaridad, y es que ése es el presupuesto necesario para construir dos líneas de tubo, una de ida y otra de vuelta, entre Los Angeles y San Francisco, cuya distancia es de 550 km. Con este sistema el recorrido podía completarse en 30 minutos, y el vehículo podría transportar un total de 28 pasajeros por cápsula (el diseño contempla 40 capsulas).
Sin embargo, aunque la cifra pudiese parecer astronómica, lo cierto es que si la comparamos con los presupuestos tradicionales, incluso podríamos pensar que es ridícula. Nada más y nada menos que 70.000 millones de dólares se necesitarán para una línea de tren de alta velocidad proyectada en California, cuyas obras comenzarán este año.
Elon Musk incluso ha calculado el precio del billete, para obtener beneficios. El billete para un viaje propuesto, como el del ejemplo, en un Hyperloop, costaría 20 dólares. Sin embargo, este tipo de transporte solo sería aconsejable para ciudades cuya distancia fuese próxima y menor a 1500 km. A partir de esta distancia los viajes supersónicos en avión sería la opción más apropiada.
Lo del nombre de Hyperloop evoca a una montaña rusa, y es que los tubos por los que circularía el ingenio irían instalados sobre pilares. En el interior la presión sería muy baja, lo que permitiría que las cápsulas se desplazasen suspendidas en el aire.
Por desgracia hablamos solo de un proyecto teórico, ya que Elon Musk no se ha comprometido a ponerlo en marcha. Pero eso sí, facilitará todos los planos, y lo que haga falta, a quien desee hacerlo realidad. Es, en sus palabras, "un concepto de transporte de código abierto".
Fuente: Blog Tesla Motors