Si pudieses salvarle la vida a alguien que te hace daño todos los días, ¿lo harías?
Lo más interesante de esta película española estrenada en el año 2022 es, sin duda, el dilema moral que nos plantea su directora Carlota Pereda, sacando a flote un problema social recurrente como es el bullying o acoso escolar y, en concreto, la gordofobia. Pero no es necesario ponerle apellidos al acoso, y la situación que nos describe la película es perfectamente válida para cualquier otra situación en la que una persona abusa del prójimo constantemente, arruinándole la vida sin importarle lo más mínimo. Un problema demasiado común en cualquier comunidad de vecinos, más en un país como España donde la mayor parte de la población vive hacinada en pisos colmena y con un bar de borrachos cada tres portales.
CRÍTICA. CERDITA, 2022
En el caso que nos ocupa la protagonista de la historia, papel perfectamente interpretado por Laura Galán, tenemos una chica preadolescente con obesidad y falta de carácter cuya vida diaria es peor que un infierno. Sus compañeras y vecinas aprovechan la mínima ocasión para reírse de ella y humillarla, siempre de la forma más cruel posible. Un detalle que también se observa en la película es la forma en que se ejerce este acoso, siempre en grupo y nunca de forma individual. Esto es porque el acosador, en este caso acosadora, ya que son sus propias amigas las más crueles, ejercen este papel no tanto por el placer que esto pueda suponer, sino para reafirmar su posición de poder dentro del grupo. Este tipo de acoso se caracteriza por la cobardía de sus autores, que únicamente saben actuar al amparo de la protección que les proporciona el grupo al que pertenecen, y en cambio fura del grupo... ¡no son nadie!
El dilema de la película radica en una cuestión moral de sumo interés: la venganza. Aquí, se da la casualidad de que un extraño llega al pueblo y, tras observar las terribles vejaciones a las que se ve sometida esta chica obesa, decide interceder por cuenta propia. Y lo hace de la forma más violenta y taxativa posible: la tortura y el asesinato. Este extraño, actuando desde la sombra, levanta una ola de terror sobre el pueblo. Uno a uno, asesina a todo aquel que hubiese osado meterse con la chica y, en lo que concierne a sus supuestas amigas, las peores de todas, las rapta y las tortura en una nave abandonada.
En el pueblo nadie sabe qué es lo que está ocurriendo. No existe explicación alguna para estos crímenes. Y la única persona que sí lo sabe, por que lo vio; porque vio como el asesino la ayudaba es, precisamente, la chica victima de ese acoso. Al fin tiene su venganza, pero debe decidir entre ir a la policía a denunciarlo, o callar y mentir, para no traicionar a quien decidió ayudarla. ¿Qué haría cada uno de nosotros en un caso similar? ¿Es la venganza un derecho legítimo?
Bien, hasta aquí el planteamiento de la película, pero ahora veamos su desarrollo. En primer lugar hay que destacar que este título, «Cerdita» tiene su origen un cortometraje estrenado en el año 2018 con muy buena crítica. Alargar una buena historia, que ya sabemos que lo bueno y breve dos veces bueno, puede ser una estrategia no exenta de riesgos. Y, en efecto, hay cosas en la película que no funcionan bien.
Soy bastante reacio al cine español dada su monotonía temática, así como múltiples carencias ciertamente conocidas; eso, y que además estoy en contra de la política de subvenciones públicas, así que cuando empiezan los créditos y veo lo de «Junta de Extremadura», ya me temí lo peor. Después, al ver el formato de imagen adoptado, en 4:3, así como una paleta de colores cálidos, pero gastados, me entra cierto cosquilleo. Pero la película empieza muy bien; lo suficiente como para engancharte y olvidarte de todos los prejuicios.
Tras un magnífico arranque, y una vez que se establece el dilema, obviamente en el espectador comienza a sobrevolar los distintos tipos de finales válidos para la historia. Y estos, salvo giros inesperados, se reducen a dos o tres posibilidades. No hay más. Entonces, lo que sigue es intentar disfrutar de la trama en sí misma, su desenlace, hasta que uno encuentra la respuesta a sus dudas en la conclusión. Y aquí está el gran problema de la película: un desarrollo plano, aburrido y tan estirado que parece un chicle. Además, este desarrollo se mueve entre diferentes aguas pero no se moja en ninguna. A saber: el drama (el de los padres frente a las desapariciones); la comedia (la pareja de guardia civiles); y el slasher (en todo momento siempre tuve la sensación de ver una «Matanza de Texas» a la extremeña, que nunca llega). El resultado es un popurrí que ni avanza, ni convence; solo aburre.
Después del fallido desenlace, y un par de bostezos, llega la conclusión y, por ende, respuesta al dilema. Que tampoco me ha gustado. La respuesta se queda en tierra de nadie, y la protagonista en una situación muchísimo peor de la que estaba al principio. Mejor le iría si hubiese bajo el punto de mira de la escopeta en la última escena. Así por lo menos podría inventarse la historia que quisiera, porque tal como termina lo único que le espera es un linchamiento público, y eso siendo una víctima desde el principio.
VEREDICTO: CERDITA, 2022
A favor: El arrojo de su directora por hacer un cine diferente, y por atreveser a poner sobre el tapete un tema de sumo interés, y no hacerlo desde una óptica puramente melodramática. También, buena fotografía y buenas interpretaciones, y eso que al ver a Carmen Machín, que parece que está en todos lados, me hizo fruncir el ceño. Me gusta que se apueste por actores desconocidos.
En contra: La falta de decisión y no ser capaz de apostar por un género en concreto. La parte central de la película es muy aburrida. En mi opinión hubiese funcionado mucho mejor si se hubiese exagerado todo, entrando de lleno en el horror, la acción, y el slasher, con toques de comedia negra. Pero da la sensación de que se intentó, pero no pudo ser... quizás porque era una película subvencionada por una administración pública.
Veredicto: Una buena historia, un magnífico dilema, pero muy desacertado en su desarrollo, que se queda en tierra de nadie, tocando diversos géneros, pero sin profundizar en ninguno. En definitiva: bien planteada, aunque mal resuelta. Había buenos mimbres para hacer un buen slasher o una buena comedia de horror. Entonces, ¿merece la pena verla? A pesar de los problemas reseñados, la respuesta es sí.