¿Qué se oculta bajo los glaciares del antártico? ¿Virus, microbios, bacterias, ADN extraterrestre..., vivos? El frio puede conservarlos con vida sin importar el paso del tiempo.
El cambio climático es una realidad, y uno de los efectos más preocupantes que lleva consigo es el derretimiento de los glaciares. No obstante, las preocupaciones de la comunidad científica van un paso más allá. Entre las capas de hilo se conservan todo tipo de criaturas ancestrales que aguardan pacientemente una nueva oportunidad de vida.
El artículo publicado en la Scientific American Magazine nos habla en concreto de una amplísima colección de microbios y bacterias congeladas desde la mitad del pleistoceno, hace unos 750.000 años, y que a día de hoy son totalmente desconocidas para el ser humano.
La simple idea es más que suficiente para inspirar la imaginación de películas y escritores. Un ejemplo es el film canadiense de bajo presupuesto The Thaw (Arctic Outbreak) (Terror bajo la nieve, 2009), la cual he visto hace unas semanas y que de inmediato asocié al artículo que ahora destacamos en esta entrada. Sin embargo, si una película se lleva la palma, es sin duda “La Cosa. El enigma de otro mundo”. Imprescindible tanto la versión original del año 1951, como la versión de Carpenter en el año 1982, así como su precuela, el año pasado.
John Priscu, profesor de la Universidad de Montana, ha pasado los últimos 28 veranos estudiando en la Antártida el fenómeno que él denomina “the bugs in the ice sheet”. En la Antártida se encuentra el hielo más antiguo del planeta, y Priscu ha encontrado bacterias vivas en capas de hasta 420.000 años de antigüedad, pero se cree que incluso es posible encontrarlas mucho más antiguas. Para los microbios el hilo es algo así como el elixir de la inmortalidad.
Tras el deshielo, el impacto de todos estos nuevos microorganismos, que presumiblemente se verterán a los océanos, es todo un misterio. El recorrido a través de las distintas capas de hielo pone de manifiesto la tremenda diferencia que existe entre unos microbios y otros según el momento de la historia en que se fijan. Priscu señala que el próximo invierno estará en condiciones de responder muchas preguntas que ahora se formulan los científicos, pues está a punto de acceder a un bloque de hielo, de los primero que se formaron, que data de hace 20 millones de años.
Los esfuerzos de la comunidad científica no se limitan a las acciones de Priscu. Son varios los países que están realizando perforaciones en las capas de hielo sepultadas bajo las aguas del antártico. En febrero un equipo ruso atravesó más de dos kilómetros de hielo en el Lago Vostok (subglacial). Por su parte, los británicos también están perforando otros lagos subglaciales.
La cuestión es ¿Podrían algún mal prehistórico permanecer al acecho entre las capas de hielo, aguardando su oportunidad para amenazar a la vida tal y como la conocemos? En el artículo de referencia ya han bautizado esa posible amenaza como «Amundsen Strain», honor al explorador noruego Roald Amundsen.
Fuente: Scientific American Magazine