Bomb Moon

Corría el año 1958, y urgía un golpe sobre la mesa que pusiese fin de una vez por todas a la Guerra Fría. Un golpe de efecto sin precedentes: bombardear La Luna

Cuantas veces habremos dicho aquello de que la realidad supera a la ficción, y el suceso que ahora relatamos es un claro ejemplo de esto. La Guerra Fría fue un periodo extraño, sujeto a la mayor de las paranoias conocidas por el hombre, y que dio lugar a todo tipo de intrigas.  Por difícil de creer que parezca, el futuro de la humanidad pasaba por un botón rojo, y la locura de unos gobernantes dispuestos a pulsarlo, y así erradicar la vida de la faz de la tierra.

Nadie mejor que Herman Kahn para explicarnos todo lo relacionado con el apocalipsis nuclear: Herman Kahn, Guru del Apocalisis nuclear, y toda esa paranoia tan productiva dentro de la literatura y el cine de terror y ciencia ficción.  Sin embargo, muchas de estas ideas absurdas que surgieron al amparo de la Guerra Fría a punto estuvieron de ver la luz. Una de ellas data del año 1958, misión: Bombardear La Luna. Proyecto que se recoge en el informe desclasificado A119 (estudio sobre los vuelos científicos a la Luna), donde se muestra de forma detallada el plan de Estados Unidos para lanzar una bomba nuclear sobre la Luna, y cuya explosión debía ser lo suficientemente grande como para que resultase visible desde la Tierra, y así asustar a los rusos, mostrando de lo que eran capaces los americanos, y de esta forma contrarrestar el efecto del lanzamiento del Sputnik 1, gracias al cual los rusos habían tomado la delantera.

Obviamente semejante despropósito jamás se llevó a cabo. Según declaraciones para la CNN de Leonard Reiffel, a sus 85 años, y por aquel entonces responsable del proyecto: "No queríamos desordenar la radiactividad natural de la Luna con bits adicionales de radiactividad de la Tierra. Y el proyecto se abandonó (…). La motivación para tal detonación es claramente triple: científica, militar y política (…). Además el efecto habría sido microscópico, invisible desde la Tierra incluso con un buen telescopio".

Hay que reconocer que una noticia como esta parece más propia del día de Los Santos Inocentes, pero todavía estamos a primeros de diciembre, así que la damos por buena. Lo mejor de todo es las posibilidades que tiene para desarrollar una buena historia. A partir de la idea, si tiramos de imaginación, imaginación pulp, no es difícil asimilar el cabreo que iban a coger los selenitas cuando les llegase semejante regalo desde la tierra, el cual ya se encargaría de devolvernos con lazito incluido. Desde otro punto de vista, tampoco es difícil atender a la típica situación en la que el chapuzas de turno se equivoca con la carga de kilotones, y sencillamente volatiliza La Luna por completo. No sería de extrañar. O como los rusos que no iban a ser menos, luego destruyen Marte.

Dejo que sigaís vosotros con la deriva de ideas pulp, que seguro que lo hacéis mejor que yo. Así que si quereis escribir algún relato acerca de lo que hubiese ocurrido de realizarse el plan, no os cortéis, podéis enviárnoslos.

Por cierto, nada mejor que la mítica imagen de Voyage Dans La Lune (A Trip to the Moon) (1902), para ilustrar este artículo, ¿verdad?

Fuente: cnnespanol.cnn.com