Jess Franco, maestro del fantaterror, ha fallecido
No hace ni dos meses, otro de los grandes de la industria pulp, Curtis Garland, no dejó para siempre, aunque no así su obra, claro está. Por aquel entonces le hicimos nuestro pequeño homenaje en la web hermana Relatos Pulp: Adios, Curtis Garland, y en esta ocasión hacemos lo propio con otro gran maestro pulp, solo que en este caso, en versión celuloide. Hablamos del gran Jesús Franco, Jess para los amigos, un director de culto y todo un pionero dentro del panorama cinematográfico español, concretamente de eso que por estos lares se llegó a conocer como FantaTerror, y no, no hablamos de “mirindas asesinas”, aunque bien podríamos.
Pero… ¿qué es el FantaTerror? Sencillamente la gran promesa de hacer un tipo de cine patrio, que muchos deseamos, y que tuvo su momento de gloria en los años 60 y 70, con directores como Amando de Ossorio y su saga de zombies templarios, y como no, el propio Jess Franco, a quien se le considera el padre del movimiento con títulos como Gritos en la Noche (1961). Por desgracia, este tímido pero denodado esfuerzo por instaurar una factoria de terror en España al más puro estilo de la Hammer, fue relegada al ostracismo con la llegada de la década de los ochenta, y donde al público avído de este tipo de contenidos, y por supuesto alejado de los clichés firma Almodovar, no le quedó más remedio que mirar a la serie b y z americana, elemento educativo imprecindible en la adolescencia de todo joven ochentero.
A la edad de 82 años, un ictus que pasaba por Málaga se lo llevó. No sin antes terminar su última película este pasado 22 de marzo, cuyo título, tan grotesco como cabría de esperar, no deja lugar a dudas sobre quién es el padre: Al Pereira vs. Alligator Ladies. Su filmografía ronda los 200 títulos, o incluso puede que más, aunque todas más o menos del mismo estilo. Tenemos desde explotations al uso, utilizando míticos personajes como Fu Manchu o Drácula, hasta otros trabajos de cine bizarro como “Don Quijote de Orson Welles (1992)”, o Killer Barbies (1996)”. Películas todas ellas de bajo presupuesto, altamente casposas, y donde nadie como él supo congeniar a la perfección una mezcla tan atractiva como el horror fantástico y el erotismo; un erotismo que plasmaba a través de su musa por excelencia Lina Romay, sin olvidarnos por supuesto, de Soledad Miranda.
Sé que es difícil encontrar alguna de sus películas que pasen del aprobado según el valor de la crítica, pero Jess Franco ha sido de los pocos directores que ha hecho lo que ha querido, y sobre todo, que se ha atrevido con un tipo de cine que en nuestro país nunca ha gozado de buena fama.
Probablemente una mezcla entre Mario Bava, Roger Corman, y Russ Meyer, así era nuestro querido Jess Franco. Si no has visto ninguna de sus películas, ya es hora de que le eches un vistazo a su obra.
Lástima que en menos de dos meses se hayan marchardo dos de los iconos pulp de nuestro país, uno maestro de letras, Curtis Garland, y el otro maestro del celuloide, Jess Franco.