Un submarino de guerra irrumpe en medio de una regata infantil en el Mar de la Plata
Increíble pero cierto. Nos llega a nuestra redacción una de esas noticias pulposas hasta la médula, y que nos retrotraen a nuestros años infantiles, sobre todo porque la escena parece sacada de una típica serie ochentera para niños. Series donde todo era posible, como por ejemplo que uno de los equipos participantes en una regata, con el sano propósito de conseguir la victoria a cualquier precio, en vez de una embarcación al uso decida en su lugar competir con un submarino. Esa es la noticia, y el lugar el Rio de la Plata en Argentina. El titular: Un submarino irrumpe en una regata infantil. Y ahora los detalles y la explicación. Bueno, lo de explicación es un decir, porque a ver quién es el valiente que se atreve.
De forma incomprensible, y vaya papelón para el ministro de defensa argentino, el pasado día 6 de febrero de 2014 (ya sé que informamos con retraso pero es que andamos muy justos de corresponsales), un submarino de guerra de 55 metros de eslora, de repente, emerge en medio de una red de veleros Clase Optimist, que en número aproximado de 170, compiten gobernadas por niños de 12 y 15 años en el Rio de la Plata (Argentina). Bien, es de suponer que el periscopio estaba averiado y no pudo calcular bien las distancias, o quizás el radar también falló, o quizás hubo una emergencia que puso en peligro a la tripulación, o quizás…, algún avispado lo inscribió en la competición, con un par, tal y como suele decirse.
Lo mejor tuvo que ser la cara que se les quedó a los críos… ¿es un tiburón…, es un iceberg…? ¡No, es un submarino de guerra! ¿Qué se puede pensar en una circunstancia cómo esa? No lo sé, pero resulta desalentador que te adelante un submarino, por no decir el pánico que te puede entrar en ese momento. Una mente pulposa es probable que de inmediato piense en alguna invasión alienígena, o que Godzilla se aproxima irremediablemente a la costa, o que uno se encuentra sin saberlo en medio del rodaje de la segunda parte de Battleship.
Finalmente todo quedó en un susto. Según la explicación oficial el submarino modelo S-31 ARA Salta, y con más de 40 años de funcionamiento a sus espaldas, regresaba a puerto en el Mar de la Plata tras realizar una prueba rutinaria de carácter técnico, navegando en todo momento a velocidad de maniobra y en superficie. Hechos que se contradicen con los testimonios ofrecidos. Según la organización de la 49ª Semana Internacional de Yachting, sí se pusieron en peligro las vidas de los muchachos, obligando además a suspender la prueba.
Fuente: nauta360.expansion.com