Leviathan, Profundidad Seis, o La Grieta, imitaciones de Alien para todos los gustos
Alien el octavo pasajero, y su secuela Aliens El Regreso, son dos películas que han hecho historia y, todo el que las ve por primera vez, siempre tiene ganas de más. Muchas veces he visto esta pregunta en diferentes foros a lo largo y ancho de internet: ¿Me podéis recomendar películas como Alien? Pues en este artículo vamos a dar nuestra particular respuesta. Antes de nada, hay que tener claro que el concepto de Alien no es nuevo, aunque sí su forma de tratarlo y de llevarlo al cine, pero en esencia se trata de escenificar el horror como amenaza, frente al instinto de supervivencia de un grupo de pobres desdichados, en un entorno hostil, y muy lejos de sus casas. Muchas veces la amenaza no solo está en un elemento en cuestión, el bicho o el alien, sino en las condiciones de ese entorno que apremia a buscar soluciones para evadirse de él, algo imposible por la presencia del visitante inesperado, o hasta en la propia esencia de la naturaleza humana, siendo tus compañeros el peor enemigo posible. Tramas, guiones contrareloj y, probablemente, no hay nada más asfixiante que quedarte sin oxígeno, algo que suele ser habitual en ese tipo de películas.
Los años ochenta fueron los años del cine con mayúsculas, pero también de los refritos, los pastiches, y la serie b. El concepto de Alien se repitió de mil maneras distintas, con títulos tan dispares como The Relic, Deep Rising, o incluso Depredador. Cambian los escenarios, cambias los protagonistas, pero siempre tenemos esa lucha entre el hombre y la bestia, en desigualdad de condiciones. Sin embargo, de todos los títulos que podamos citar, hay tres muy especiales, y que calcan la fórmula de Alien al dedillo, solo que, en vez del espacio exterior, se desarrollan en las profundidades marinas, que para el caso viene a ser exactamente lo mismo. Estos títulos son: Leviathan, el demonio del abismo (1989), Profundidad Seis (1989), y La Grieta (1990). Un trio de ases al que podríamos sumarle otro título, como es Abyss (1989), aunque esta, dirigida por James Cameron, mismo director que Aliens: El regreso (1986), es más una película de ciencia ficción que un horror survival, por lo que quizás no cabría estar en esta lista, a pesar de las similitudes. Lo que está claro, con todo este aluvión de títulos a finales de los ochenta, es que nada mejor como las profundidades marinas para emular, replicar, el horror que se puede sentir en el espacio exterior, y encima ahí al lado, como quien dice.
Leviathan, el demonio del abismo (1989), es una de esas películas ochenteras que gana con el tiempo, pero que en su día pasó por los videoclubs sin hacer demasiado ruido. Probablemente, de todas las copias de Alien que se hayan rodado, ésta sea una de las más destacadas, sobre todo por mostrar un nivel técnico por encima de la media. Esta película está llena de nombre y caras conocidas, empezando por su director George Pan Cosmatos, responsable de títulos como Rambo II, o Cobra, el brazo fuerte de la Ley, y siguiendo con el reparto de actores. Entre estos tenemos como protagonista a un Peter Weller (el mismo que hizo de Robocop), que en Leviathan interpreta al jefe de una compañía minera al mando de un grupo de hombres que hace lo que puede para ganarse la vida en algún lugar de las profundidades. El papel de Peter Weller es el mismo que el de la teniente Ripley en Aliens, y las referencias a esta película son constantes. Completan el reparto de caras conocidas, Richard Crenna (el coronel Trautman en Rambo); Ernie Hudson, uno de los cazafantasmas, y Amanda Pays, una deliciosa belleza que un par de años antes había protagonizado «Trans-Gen, los genes de la muerte (1987)». Y, no sabemos si algo tendría que ver, pero el refrito de Leviathan, que mezcla Aliens, con La Cosa, tiene como trasfondo uno de los tópicos más habituales de los ochenta, la mutación genética. Esta película, y al igual que otras réplicas, quedo eclipsada en su momento por Abyss, sin embargo es una muy buena película, que tan solo falla al final, donde la trama se convierte un corre que te pillo sin demasiada sustancia. Tan solo le faltó algo más de personalidad, y quizás estaríamos hablando de un clásico, o una película de culto. Comprar Leviathan.
Coincidiendo en el año de estreno, y por tanto en los estantes de los videoclubes, tenemos otro título que rivalizaba con Leviathan, aunque de menor nivel. Esta película se titula Profundidad 6, y viene a ser un poco más de lo mismo, otro Survival Horror con monstruo mutante por medio y un puñado de científicos atrapados, pasándolas canutas, sin saber qué les matará primero, si la terrible criatura que los acecha, o la falta de oxígeno, casi al límite. Del mismo director que Viernes 13 (1980), es decir Sean S. Cunningham, tenemos esta otra réplica de Alien, pero no tan ambiciosa como Leviathan. Asfixiante, claustrofóbica, y de ritmo lento, nos ofrece otra muestra más del horror subacuático que tampoco deberías perderte. Comprar Profundidad Seis.
La grieta (The Rift, 1990), es serie b de manual, una película pulp hasta las trancas, la más pulp de todas las que estamos comentando. Cutre en todos los sentidos, destaca por su sencillez y entretenimiento, siempre y cuando no te la tomes demasiado en serio. Como dato curioso, uno de los protagonistas de esta cinta coproducción hispano americana, es Pocholo, y otro R. Lee Ermey, el instructor de lenguaje impecable que aleccionaba a sus pupilos en La Chaqueta Metálica, mientras que, su director, nada más y nada menos que Juan Piquer Simón, uno de los directores españoles más destacados y con ganas de seguir apostando por el cine de terror y ciencia ficción, una vez que el conocido movimiento fantaterror había expirado, en favor de los títulos ochenteros que venían de Estados Unidos. Entre sus películas que recuerdo con más cariño están Mil Gritos Tiene la Noche (1982), y Slugs Muerte Viscosa (1988), además de la que ahora comentamos, La Grieta (1990). En fin, La Grieta no es la mejor película de horror marino, espacial, ni nada que se le parezca, porque ni da miedo, ni transmite en momento alguno sensación de angustia y claustrofobia, pero es que tampoco lo intenta. Sin embargo, tiene acción, y es muy entretenida. Del argumento no hay mucho que decir, aunque algo más rebuscado es más o menos el mismo que comparten todos estos títulos que estamos comentado. De obligada visión, tributo a uno de los directores españoles que trató de hacer algo distinto en tiempos difíciles. Y, aunque esta réplica no llega al nivel de Leviathan, merece la pena verla. Comprar La Grieta.
Otros títulos que plagian / imitan a Alien
Si bien el fondo marino es el mejor lugar escenario posible para hacer copias de Alien, quizás lo propio sería hacerlo en el propio espacio. También hay muchos otros títulos que directamente copian esta película poniendo a los protagonistas en una nave rumbo a su desgracia. La mayoría de estos títulos son de serie b ochentera que pasaron sin pena ni gloria por los videoclubes, y la mayoría son realmente malos. Títulos tan dispares como Inseminoid (Horror Planet, 1981); La Galaxia del Terror (1981), Galaxia Prohibida (Forbidden World, 1982); Criatura (The Titan Find, 1985); junto con otros títulos algo más terrenales, es decir, la acción se desarrolla en nuestro planeta, como Del Espacio Profundo (1988), o la entrañable Creepozoides (1987); y muchas, muchas más, todas tratando de explotar el filón descubierto por Ridley Scott, debatiéndose su calificación entre malas o muy malas. Sin embargo, si hay un título que si cabe destacar por encima de la media, y además por méritos propios, es Terror en el espacio (Planet of the Vampires, 1965), película que podría considerarse como la madre de todas las demás, pues, según se cuenta, Ridley Scott se inspiró en ella para crear Alien, el octavo Pasajero. También hay películas más modernas —no todo va ser ochentero—, me refiero a películas que en realidad no es que sean una copia de Alien, sino que son simplemente de ciencia ficción donde las influencias son inevitables; solo que no es lo mismo influencia, que «explotation». Me refiero a títulos como Horizonte Final (1997); Pitch Black (2000); Fantasmas de Marte (2001), o Pandorum (2009), entre otros.