Ratas caníbales portadoras de extrañas infecciones, tripulan un buque fantasma, dirigidas por una raza alienígena. ¡El apocalipsis ha comenzado!
Podría ser el barco de El Holandés Errante, pero a no ser que haya experimentado una notable actualización tecnológica, allá, en la dimensión desconocida, tendremos que aceptar la versión oficial, y esta dice que no es más que un barco de origen ruso, de nombre Lyubov Orlova, en honor a una conocida actriz de este país, y construido en los astilleros yugoslavos en el año 1971. Ahora, según el diario británico The Independent, que destapó la noticia y puso el grito en el cielo, este barco es en realidad un crucero de cien metros de eslora y con capacidad para unos 200 pasajeros, que viaja a la deriva desde Canadá. Sin embargo el peligro no es el barco en sí, que navega sin tripulación, sino su cargamento: ¡Ratas Caníbales! Y aquí comienza una historia al más puro estilo pulp (el subtítulo que le hemos puesto a la noticia ya lo dice todo).
Repasemos los hechos. El barco en cuestión había sido retenido por incumplimiento de contrato por parte de la empresa titular del mismo, y al no producirse los pagos, y dado el desinterés, o quizás una situación financiera insostenible, los responsables se desentendieron por completo (es decir, quebraron). Esto provocó que la embarcación quedase olvida, confiscada, en Newfoundland, Canadá, a la espera de que alguien se hiciese cargo, lista para el desguace. Sin embargo, cuando la nave iba ser remolcada, camino de la República Dominicana, en medio de una terrible tormenta, de una forma que todavía se desconoce, el cable de amarre se rompió, quedando a la deriva. Las órdenes de las autoridades parece ser que fueron dejarla a su suerte, pues aquella noche de perros no estaba para dar el callo.
La nave, una vez liberada, bien por la desidia del hombre, bien por una serie de errores o decisiones equivocadas, navegó a la deriva desde Canadá, hasta el Reino Unido, cruzando todo el atlántico. Un periplo que ha durado aproximadamente un año, y aunque de vez en cuando se le ha seguido la pista, cuando parecía que se iba a tomar una decisión, el barco desaparecía (o quizás quien debía mirar lo hacía para otro lado, pero nosotros preferimos la versión del barco fantasma), dándose por solucionado el problema, creyendo que se habría hundido. Sin embargo, el barco ha resurgido de entre las brumas irlandesas, amenazando llegar a la costa, como si estuviésemos ante una nueva película de Armando de Osorio (El Buque Maldito, 1974), solo que esta vez no tendremos que enfrentarnos a zombies templarios, sino a ¡Ratas Caníbales!
Aun no se sabe cómo se habrá infestado de ratas el buque, ni cómo podrán haber sobrevivido sin han estado practicando el canibalismo durante un año. Lo lógico sería pensar en que a estas alturas solo quedasen unas pocas ratas, las mejores, las más fuertes, en plan… ¡solo puede quedar una!, pero no, la población se ha multiplicado hasta el punto de calificarla como ¡infestación! Así es, la noticia del rotativo habla de infestación, y del grave peligro que supondría que estas ratas, portadoras de terribles enfermedades, alcanzasen la costa. ¿Qué hacer? ¿Enviar un equipo de SEALS armados de raticidas para que aborden el buque? ¿Torpedearlo, y arriesgarse a que muchas logren salir a flote y alcancen la costa? ¡Difícil solución!
Por supuesto la historia da incluso para atender a todo tipo de teorías conspirativas. ¿Hasta que punto la noticia es cierta, y qué pasa con lo que nos están tratando de ocultar? ¿Y si ese buque es el principio del fin? ¡El apocalipsis! No dejo de pensar en la reciente película de Brad Pitt, Guerra Mundial Z, quizás en ese buque viaja el paciente cero, o lo que quede de él. Estoy convencido que esas ratas, suponiendo que sean ratas y no alguna especie alienígena desconocida, alcanzarán las costas de Reino Unido, y entonces se va a liar parda. Si no tienes a mano algún refugio para sobrevivir a un apocalipsis zombie / infeccioso, deberías ir pensando en uno, porque una vez que se ponga el tinglado en marcha, y justo cuando las autoridades digan aquello de “No hay de qué preocuparse”, entonces ya será demasiado tarde para ti, y para los tuyos, si no te has procurado un buen refugio. Avisado quedas.
Fuente: io9.com